Cambios

Es muy curioso cómo pueden cambiar tus gustos. Puede gustarte alguien y después no significar nada más que una amiga. O viceversa, como una amiga se puede convertir en la chica a la que adoras. Esa chica a la que desear ver, a la que desearías abrazar, amar. Pero sabes que es imposible, no tienes el valor suficiente como para lanzarte, porque sabes que su respuesta puede ser un "no", que acaba con tus esperanzas, y también puede acabar con la amistad.

En política, pueden gustarte las ideas de un partido y después tener unas ideas completamente distintas, gente que vota siempre al PSOE y de repente vota al PP (aunque ya os dicho alguna vez que estos dos partidos no son tan distintos, me extrañaría que no hubiese cierta coalición entre ellos).

Cambios en las decisiones, en los consejos, pensar que se debe olvidar a alguien y poco después saber que no puedes, y que deberías ir a por lo que quieres.

Otro ejemplo de cambio es tu gusto en deporte, motivo por el que había empezado a escribir esta entrada y he acabado diciendo estos pensamientos. En mi caso, de pequeño solo me gustaba el fútbol, dentro de este el Real Madrid y la Selección Española, a parte del Manchester United, el Valladolid (mis raíces) y la Real Sociedad (que siempre me ha gustado). Con el paso del tiempo, me empezó a enamorar la fórmula 1, deporte que todavía sigo. La natación me empezó a enamorar, practicando todos los días en verano (y este año algunos días en el año, ya que tengo la posibilidad de ir a piscina climatizada). Poco después llegó el tenis, deporte que amo tanto o más que la natación. Lo que siempre he seguido, y eso no va a cambiar, es los Juegos Olímpicos.

Hacia los 15 años me empieza a dejar de gustar el fútbol, sobre todo la selección, estando desde que ganó el mundial bastante en contra. No sé muy bien por qué, pero la rechazo. Creo que el hecho de rechazar un país en el que parece que no hay nadie con dos dedos de frente me ha hecho rechazar incluso a la selección de fútbol, ya que la gente cuando hay mundial parece olvidarse de los problemas.

Siguiendo con el tema de los gustos en deporte, llego a la universidad, en una ciudad nueva para mi como es León, a una residencia leonesa, y mis gustos se definen, el fútbol me importa menos que nunca, el Real Madrid sigue siendo mi equipo pero no celebro tanto (excepto la champions, que había ganas). El tenis sigue siendo uno de mis deportes preferidos. El motociclismo no me gusta tanto como al principio, pero todavía me gusta. Lo mismo pasa con la fórmula 1, que todavía sigo aunque con menos ganas que nunca, que ese mundial del 2005 en el que empecé a ver las carreras cuando, no sé por qué, cambié de canal y vi el gran premio de Australia. El baloncesto ha pasado de ser uno de los deportes que no veía más que en el caso de selecciones a quedarme a ver la NBA alguna noche, es un gran deporte. El ping pong también ha conseguido enamorarme, debido a que juega muy de vez en cuando en la residencia.

Como ya he comentado, los juegos olímpicos siempre me han gustado, siempre me ha gustado ver la mayor parte de los deportes, desde todo el atletismo a todo lo relacionado con la natación (las "carreras", los saltos de trampolín, el waterpolo...), pasando por el hockey, el ciclismo (que curiosamente no suelo ver normalmente) o las artes marciales.

Resumiendo, he pasado de ser un enamorado del fútbol a serlo del tenis y el baloncesto.